Los Franciscanos Seglares somos laicos
que nos proponemos encarnar en la familia, en el trabajo
diario y en la sociedad el mensaje evangélico, siguiendo
el ejemplo de san Francisco de Asís. Junto con nuestros
hermanos y hermanas de la Primera, la Segunda y la
Tercera Orden Regular formamos parte de la gran Familia
Franciscana, con la peculiaridad de que nosotros nos
comprometemos a vivir el Evangelio a la manera de San
Francisco en el estado seglar.
El
franciscanismo seglar no es algo nuevo, sino que sus
orígenes se remontan hasta los tiempos de San Francisco,
a principios del siglo XIII. Por aquella época
florecieron por Europa grupos de “penitentes” que
buscaron seguir una vida de conversión sin abandonar sus
ocupaciones cotidianas, y que se asociaban por lo
general en pequeños grupos o “fraternidades”. Pensando
en ellos, San Francisco de Asís concibió un proyecto de
vida evangélica específicamente seglar dentro de su
Familia Religiosa. Dicho proyecto acabó por concretarse
en la “Orden de la Penitencia” o Tercera Orden
Franciscana, que en 1289 recibió del papa Nicolás IV su
propia Regla, en vigor hasta que León XIII la actualizó
en el año 1889.
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